Alejandra
La niña que se para
con las piernas chuecas.
La niña pecosa
se encarama a los aromos
a soplar las pelusas amarillas.
La niña no juega con muñecas,
sino con libélulas
se muerde las uñas debajo de la mesa
escondida del desquicio severo
de la bisabuela.
La niña se mimetiza con la casona,
entre los portones oxidados,
en las lluvias torrenciales de verano,
en las brazas del fogón
que le pintan de euforia los ojos.
26/04/06
[Como la Alejandra de Sábato]
jueves, noviembre 23, 2006
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2 comentarios:
Me gustaron los últimos versos.
Alejandra no me termina convenciendo.
La primera y tercera estrofa, con algunas pequeñas modificaciones(sacar ilativos o cosas así)las encuentro buenas (más la tercera sobre la primera, donde creo se vez más claramente el sentido del poema), pero la segunda me empieza a dar comezón, esa recurrente comenzón que tengo ante el uso de rimas.
Las rimas son tan mañosas, que al final uno termina haciendo el poema a la manera de ellas, condenando su mensaje. No es simple evitarlo.
Las ideas de ese segundo párrafo me parecen adecuadas al sentido del poema, pero encuentro que podría resolverse mejor en la forma.
He leído mejores poemas tuyos Jessica
pienso que falta pulir más
(cha-chan!! comentario al estilo poético-farandulero)
Hoy intenté escribir versos para Terapia del Exilio, y la mitad de ellos se fue a huelga :p
Supongo que tiene que ver con una excelente conversación que tuve temprano, tendido en el pasto, seguro a la sombra de un árbol y con fondo musical de viento abrazahojas.
Saludos
cuidate
[Jota O.]
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